El lenguaje de la lecto
escritura una forma de comunicación.
Formar en lenguaje implica avanzar también en el conocimiento de otros sistemas
que le permitan al individuo expresar sus ideas, deseos y sentimientos e
interactuar con los otros seres de su entorno. Esto quiere decir que se hace
necesario trabajar en la comprensión y producción de los distintos aspectos no
verbales: proxémicos, o manejo del espacio con intenciones significativas;
kinésicos, o lenguaje corporal; prosódico, o significados generados por el uso
de entonaciones, pausas, ritmos, etc. Estos aspectos se deben abordar puesto
que se emplean y forman parte de las representaciones y procesos comunicativos.
Así, pues, se busca desarrollar y potenciar la competencia simbólica de los y
las estudiantes, con el fi n de que reconozcan las características y los usos
de los sistemas no verbales y el papel que estos juegan en los procesos
lingüísticos, ya sean de representación conceptual o de interacción, y su
incidencia en los procesos de organización social, cultural e ideológica.
Posteriormente, resulta pertinente reconocer con mayor precisión la
importancia que tiene el lenguaje como capacidad humana, profundizar más en la
consideración del estudio de la lengua en sus niveles básicos como una
herramienta que posibilita mayor riqueza en su uso y avanzar en la producción
del discurso argumentado, así como en la comprensión de textos de mayor
complejidad. En lo que respecta a la literatura, se puede trabajar en un
reconocimiento mayor del valor cultural y estético de las obras literarias a
partir de una lectura creativa, crítica y analítica de las mismas. En relación
con el lenguaje no verbal, se amplía el trabajo en la dirección de encontrar
opciones interpretativas que enriquezcan la capacidad crítica de los y las
estudiantes.
La formación en lenguaje implica propiciar situaciones en donde tengan
cabida los procesos de producción y comprensión implicados en la actividad
lingüística. Podemos hablar entonces de la producción y la comprensión oral, la
comprensión y la producción escrita, así como la producción y la comprensión de
los demás sistemas sígnicos, atendiendo al principio que plantea que el ser
humano constantemente está interactuando con significados, ya sea en calidad de
productor (emisor) o de intérprete (receptor) de estos.
En este orden de ideas, la producción de lenguaje no sólo se limita a
emitir textos orales o escritos, sino icono gráficos musicales, gestuales,
entre otros. Así mismo, la comprensión lingüística no se restringe a los textos
orales o escritos, sino que se lee y, en consecuencia, se comprende todo tipo
de sistemas sígnicos, comprensión que supone la identificación del contenido,
así como su valoración crítica y sustentada.
En suma, se puede afirmar que estimular la producción y la comprensión
de los diferentes sistemas simbólicos mediante la generación de experiencias
enriquecedoras de aprendizaje les brindará a los y las estudiantes la
oportunidad de construir y expresar significados, de comprender y recrear el
mundo en el que vive.
En cuanto a la
lectura se debe tener presente que al
leer se le da vida a lo escrito y la comprensión se basa en reconstruir la
información leída, captar el significado del texto, llegando primero a la
inferencia, la cual puede ser deducida por el lector; luego a la retención
donde se señala lo importante en el texto utilizando el análisis, recordando el
contenido de lo leído; y por último a la evocación, donde se realiza el proceso
de síntesis por medio del resumen y la toma de apuntes.
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